La velocidad de carga de un sitio web es un factor crucial que puede determinar el éxito o el fracaso de tu presencia en línea. En un mundo donde los usuarios esperan una gratificación instantánea, un retraso de solo unos segundos puede resultar en una pérdida significativa de tráfico y potenciales clientes.

Estudios muestran que el 53% de los visitantes abandonan un sitio web si tarda más de tres segundos en cargar. Además, Google ha dejado claro que la velocidad de carga es un factor importante en su algoritmo de ranking, lo que significa que un sitio web lento puede afectar negativamente tu posicionamiento en los resultados de búsqueda.

La velocidad de carga influye directamente en la experiencia del usuario. Un sitio web rápido no solo retiene a los visitantes por más tiempo, sino que también mejora las tasas de conversión. Los usuarios son más propensos a explorar, interactuar y realizar compras en un sitio web que ofrece una experiencia fluida y sin interrupciones.